miércoles, 7 de noviembre de 2007

Celina Rucci vs Paula Robles: anoche ganó el esfuerzo


Ante un jurado tibio que pudo definir más que un empate, el público premió el esfuerzo: Celina Rucci, la vedette que ahora puso un restaurante y que no venía del mundo del baile, se quedó con la final del reality de Marcelo Tinelli a pesar de haber enfrentado a Paula Robles, cuya técnica es impecable porque se trata, nada más y nada menos, que de una bailarina profesional.

Los mensajes de texto actuaron como cualquier maestro lo hubiera hecho y –a la hora de poner la nota en el boletín-, valoraron más el crecimiento que tuvo Rucci como bailarina a lo largo del programa que el excelente desempeño de Robles, pulido por años de transpirar sobre las zapatillas de punta.

Y para un programa que fue permanentemente calificado como superfluo y sin contenido, no es poco decir que, para definir al ganador, se hayan aplicado los mismos criterios que se fomentan desde la educación. De hecho, Lev Vigotsky, un teórico del desarrollo, plantea que existe una “zona de desarrollo próximo”, que define como la distancia entre el nivel real de desarrollo y el desarrollo potencial.

Si es posible tomarse la licencia de aplicar a Celina Rucci y a Paula Robles un concepto de la psicología del aprendizaje, habría que decir que Vigotsky también le habría puesto las fichas a Celina, porque en el tiempo que duró el certamen, fue la que más desarrolló su potencial y la que más avanzó en la técnica de baile.

Para Paula Robles, competir con aficionadas no debe haber sido un gran desafío. La hora de danzar por su zona de desarrollo próximo tal vez haya sido, para Paula Robles, cuando se subió al escenario del Luna Park para bailar Giselle convocada por el bailarín Iñaki Urlezaga.