martes, 13 de noviembre de 2007

La vida después del rugby: el empresario Agustín Pichot


Las horas de Agustín Pichot en el mundo del rugby son cada vez menos, el lo sabe, por lo pronto su historia con Los Pumas es un capítulo cerrado en su vida, en tanto que a nivel clubes, el final de su carrera está cerca. Es por eso, que ya está pensando en como será su vida cuando no tenga una ovalada en la mano, y por eso esta colocando los cimientos para su futuro.

Una de las nuevas facetas de “Ficha”, tal como se lo conoce desde su niñez por su adicción a los videojuegos, en las que ya está irrumpiendo con bajo perfil, es la de empresario. Se aclara lo de bajo perfil porque como su actividad dentro del mundo deportivo todavía no finalizó, no quiere mezclar los mundos.

Donde primero invirtió el actual jugador del Racing Metropol de Francia, es en el rubro vitivinícola, razón por la cuál compró, hace cinco años, una finca de 400 hectáreas en Villa Atuel (Mendoza) con una inversión inicial de 600 mil dólares, pero como el vino requiere un tiempo prudencial de preparación para su salida al mercado, buscó invertir en productos que pudieran estar más rápido en las góndolas, y es por eso que también se volcó a la comercialización del dulce de leche, del aceite de oliva y el aceto balsámico.

Para estos últimos productos tuvo que realizar un desembolso de 50 mil dólares, todo para que junto a su hermano Enrique, los productos Familia Pichot pudieran ver la luz.

El tema es que estos productos tienen su venta orientada a un público de alto poder adquisitivo, y para ser exportados. Tanto es así que en el primer país que desembarcó el dulce de leche, fue en Portugal, y en los frascos su pueden leer los datos principales en español, francés y portugués.

Hay que recordar también que Pichot hace poco tiempo ingresó al rubro textil, con el apoyo de Nike, quien sacó a la venta la marca AP9 con diseños de él.