jueves, 18 de octubre de 2007

¿Te tocó llevar el vino? Conocé las claves para elegir buena calidad al mejor precio


La moda dicta de forma caprichosa y autoritaria qué tendencias seguir. Y en pleno auge gastronómico, con la cocina convertida en signo de distinción, el vino ganó su lugar de complemento fundamental. Nadie puede estar ajeno, si quiere ser cool. Por eso, te da consejos para convertirte en un buen “seleccionador” que conjugue calidad y precio para quedar como un dandy al momento de llevar el vino.

Los especialistas consultados coincidieron en que, en líneas generales, calidad y precio van de la mano.

“La calidad acompaña al precio en términos generales. Claro que siempre hay excepciones. Sorpresas deseables y también indeseables como que un vino de $12 pueda valer $18 o viceversa”, explicó el sommelier Guillermo Guelfo de la Escuela Argentina de Vinos.

Su colega Guillermo García de “La cava del vino” coincidió y agregó que: “Luego de los $200 empiezan a jugar otros factores como que el producto no se fabrique más, que la cosecha se haya agotado y que sea de colección, entre otros”.

Para Guelfo si bien “no hay una fórmula matemática que diga que tales características van a dar atributos sensoriales de placer hay ciertos detalles que nos acercan a la posibilidad de encontrar calidad a cada nivel de precio”.

Por eso, para los especialistas el secreto está en saber sacarle el mayor provecho a la gama de vinos que ofrece cada rango de precios.

¿Cuánto quiero gastar?

Partiendo de la base que el precio acompaña la calidad, la salida es decidir cuánto dinero quiere emplearse para la compra. Y a partir de allí, seguir los tips para sacarle provecho. "Hay que poner la mano en la billetera y preguntarse cúanto se quiere gastar", sentenció García.

Cosechas: “Es necesario saber la cosecha e informarse cuáles fueron las mejores de cada región. Cada zona tuvo una cosecha excepcional y es el vino de esa camada el que va a ser bueno”, explicó García.

Bodegas: “Es importante saber si el vino es elaborado en bodega propia o si es de una determinada marca pero elaborado en otra bodega que no es propia. Las mejores marcas de vino tienen bodega propia”, explicó Guillero García.

Jóvenes o viejos: Para Guelfo los vinos jóvenes argentinos son garantía de confianza ya que “en este país no nos acostumbramos a tener vinos de cosechas antiguas. Entonces un vino de dos a cuatro años de edad (año en que nació el vino) será indicador de que se está comprando un vino aceptable”.

Graduación alcohólica: “Alrededor de los 14 grados es una graduación ideal ya que dice que el vino proviene de una uva bastante madura. Y por lo tanto, de buen equilibrio en sus atributos sensoriales como el olor y el sabor”, explicó Guelfo.

Madera: “La presencia de madera entre los componentes es una chance para que el vino sea más rico y bueno ya que le otorga sus atributos propios. En lo posible debería especificar que pasó por una barrica de roble. De lo contrario, es probable que se trate de una imitación con polvo o viruta de madera que no es lo mismo que una barrica”, contó Guelfo.

La uva: “La teoría indica que siempre va a ser mejor un vino blend (dos o más variedades de uvas) que un varietal (una sola uva) ya que es más fácil lograr un buen vino con muchas uvas que hacen sinergia que con una sola”, explicó Guelfo. Y agregó. “El blend tiene más chances de ser equilibrado porque el enólogo tiene más elementos para alcanzar un excelente resultado, lo que es más difícil con una sola”.